Julia Wendell, la joven polaca de 21 años que sorprendió al mundo este fin de semana al postear que podría ser Madeleine McCann pide a través de sus redes sociales respeto y que se detengan las burlas y los mensajes de odio que algunos usuarios le están enviando en línea.
Si bien es cierto que está recibiendo miles de mensajes de apoyo de todo el mundo, también es cierto que ha levantado muchas sospechas y que también son muchas las burlas y ataques que está sufriendo en internet.
De momento, su seguimiento en redes sociales supera los cien mil seguidores, sigue siendo trending topic en Twitter desde el domingo y su caso ya ha tenido eco en medios de todo el mundo.
Por ello, este martes ha publicado un vídeo en sus perfiles en el que su portavoz envía el siguiente mensaje:
"Para todos los interesados en la búsqueda de respuestas de Julia, comprendan que estamos en medio de una investigación. Esta es una mujer vulnerable que busca respuestas sobre su identidad y su vida", dice el pie de foto.
"Independientemente de sus opiniones, ella es un ser humano que merece respeto. Cuando todo esté hecho en la investigación en unas pocas semanas, puede aprender más, pero más ahora, respete la privacidad de esta mujer".
Los McCann acuerdan realizar una prueba de ADN a Julia
El fin de semana pasado, Julia lanzó una apelación solicitando su distribución a los McCann, ya que afirma que la policía no la toma en serio.
Lanzó esta campaña mostrando ciertas pruebas que, en su opinión, aumentan la posibilidad de que Madeleine McCann realmente exista.
Explica que su familia es muy reservada sobre sus primeros años de vida, que no ha encontrado su acta de nacimiento, que su supuesta familia no quiere hacerse pruebas de ADN, y que de niña fue abusada por un ciudadano alemán que la una vez relacionado con la desaparición de Maddie además de la similitud física que ha ido demostrando con numerosas fotografías.
El lunes, se hizo público que Kate y Gerry McCann habían dado su consentimiento para comparar las muestras de ADN, a pesar de su cautela y falta de declaraciones públicas. Esta es solo una pista más entre muchas que se han investigado en los 16 años desde que desapareció Madeleine.
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